La piel es una superposición de capas: epidermis, dermis e hipodermis. Estas capas forman un revestimiento elástico cubierto de minúsculas aberturas, los folículos (a través de los cuales sale el sebo) y poros (a través de los cuales sale el sudor).
La epidermis tiene una capa bastante delgada, cuyo espesor es poco más grueso de una hoja, es sobre la epidermis donde aplicamos nuestros cosméticos.
En la dermis se encuentran las famosas proteínas del colágeno y la elastina, responsables de mantener la elasticidad y juventud de la piel.
La hipodermis es una capa constituida de células adiposas
Por lo general el estrato córneo se compara con una pared de ladrillo en la cual los corneocitos constituyen precisamente los ladrillos, unidos por un cemento de tipo lípido. En este cemento se encuentran los ácidos grasos poli – insaturados y el colesterol. La calidad del cemento es fundamental dado que el lo que permite la retención de agua en las células córneas y en general evita la pérdida transepidérmica de líquido, la cual es constante. De ahí la importancia de aplicar sobre la piel, cosméticos ricos en lípidos tales como aceites y mantequillas vegetales.