Las funciones de la piel

Mediante el estudio de su estructura se pueden definir fácilmente sus necesidades fundamentales y funciones. La piel es uno de los principales órganos del cuerpo humano. Sin ella no podemos respirar y esta es una de sus principales funciones.

Aparte de la respiración, las funciones esenciales de la piel se pueden describir en tres puntos:

1. Protección

La piel nos protege de las agresiones químicas y físicas externas. Su primer rol es el de barrera impenetrable que se adapta al ambiente para preservar el correcto funcionamiento del organismo. Para asegurar este rol protector, la piel es recubierta por una “capa hidrolipídica» producida por la secreción de sudor y sebo. Se deposita sobre la superficie para crear una barrera impermeable cuyo pH ácido hace que sea imposible la vida de organismos patógenos. La capa de hidrolípidos alcanza la epidermis y la misma limita el intercambio con el exterior. El estrato córneo, el más superficial, es una sobre posición de células conectadas en madera densa a las otras.

La piel amortigua los golpes que pueden dañar al cuerpo (rasguños, heridas, etc.). Gracias a su elasticidad y a su estructura uniforme, la piel se adapta a los órganos subyacentes y actúa como una funda protectora. La piel también sirve como un escudo protector contra los rayos ultravioletas (UV).

2. Transmisión de informaciones

La piel es descrita por algunos dermatólogos como un cerebro extendido, su relación con el sistema nervioso es muy estrecho. Los que sufren de psoriasis o eczema saben que las emociones están directamente vinculadas a la condición de la piel.

El estado de nuestra piel es por lo tanto, estrechamente ligada a la del sistema nervioso. De ello se desprende que tocarla, masajearla, respirar, reír, relajarse y dormir son los primeros actos para una belleza saludable. Cuando usted abraza o es abrazado se siente más feliz.

3. Eliminación

La piel es un órgano drenante. Por un lado elimina las escorias innecesarias o sudoración (evacuación del sudor). Por otro lado, segrega varias sustancias para mantener un buen estado de funcionamiento.

La sudoración regula la temperatura corporal y mantiene el equilibrio de la piel. El pH ácido es un elemento importante para la salud cutanea, le permite de defenderse contra los agentes patógenos externos. La piel transpira y segrega sebo, una sustancia grasa que se distribuye sobre la superficie cutanea con el fin de preservar la función de barrera que protege nuestro organismo de los agentes externos y de la oxidación, siendo la primera barrera de defensa contra los rayos UV.

  • Estas funciones deben mantenerse en manera optima y la cosmética se utiliza para apoyarlas, no para dañarlas. Piense en esto cuando compre un jabón, un desodorante o una crema.
  • La piel es un órgano «nervioso». Masajearla con delicadeza para relajarla o hacerla respirar, son los primeros gestos de belleza bio.